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Hand me the keys...

Próximamente colgaré mi crítica sobre esta película, pero antes, quiero destacar esta genial escena:


Esta improvisada; es decir, los actores sabían lo que tenían que decir pero no cómo tenían que hacerlo y el resultado es este: algo breve, sencillo, cómplice. Joder, es bastante divertido que los actores se estén descojonando de verdad por el hecho de que el de al lado haga una payasada… no sé, a mi esas cosicas me gustan.


Cabe destacar a Stephen Baldwin (el segundo) y a Benicio del Toro (el tercero). En lo referido a este último eso de “in english please”… aish, me enamora :’)


El Hobbit: La desolación de Smaug


Es, básicamente, el “nudo” de una historia dividida de forma innecesaria en tres. Imaginaros que os explican la introducción de un cuento; un año después el nudo; y, otro año más tarde, el desenlace. ¿Que tenemos? Pues una historia contada de la peor forma jamás inventada.

Es que no da la sensación de que este viendo una película, ya que empieza en la nada y acaba en la nada, y, aun así te hacen pagar el precio de una entrada completa, cuando al final la sensación es aquella de que se te para de golpe una película porque el CD esta rayado o algo por el estilo.

Ya desahogado, os hablo de la “peli” en sí.

La historia avanza más, ya que es el “nudo” y que cojones, por pura comparativa esta tenía que ser más movidita que su estática antecesora. Y eso, que hay acción a raudales, hasta el punto de que da la sensación de que alguna escena de acción dura como media hora, cosa que también es pasarse (por lo que vemos el amigo Jackson es un tipo de excesos, tanto en lo bueno como en lo malo).

Y esto, que haya tanta acción, hace que a veces se desluzca la fotografía, ya que el CGI (efectos especiales) cantan una barbaridad; hay momentos en que parece un juego de la Play Station 3. Aunque es, en cierta manera, comprensible, ya que tantísimo metraje, para que se viera a la perfección con tanto ordenador, seguramente necesitaría miles de millones de millones de millones de dólares y lo mismo en paciencia por parte del equipo de efectos visuales, y dudo que juntar esas dos cosas sea posible. Si es que la artesanía de la trilogía del anillo no tiene precio.

La peli hace reír en varios momentos, pero es que joder, son enanos cascarrabias y un hobbit que parece una señora mayor, pa’ descojonarse.


A nivel interpretativo no comento nada, ya que, igual que en la primera parte y por exigencias del guión, todos están muy sobreactuados, cosa que combina bien con el sobre metraje, la sobre saturación de efectos visuales, la sobre avaricia de unos cuantos estudios y de un sobre pesado director.